HACER MENOS ES MEJOR EN EL MUNDO DEL YAISMO
Con el tiempo aprendí que en la práctica clínica hacer menos, la más de las veces, es mejor. En nuestra curva de aprendizaje, vamos aprendiendo de nuestros errores, muchas veces por atropellados nuestras prisas nos juegan muy malas pasadas. Primum non nocere dice el olvidado proverbio. Lo primero es no hacer daño.
Todos tenemos en nuestra experiencia clínica (obvio que cuantos más años de práctica más ejemplos acumulados) muchos casos vividos en los que actuamos de más. Un examen pedido sin pregunta clínica, una maniobra invasiva en la que a la mitad del camino nos arrepentimos, un diagnóstico apurado, los famosos "incidentalomas" y la batería de exámenes que lo acompañan, una muerte anunciada que nunca llegó. Lo que yo veo es que cada vez venimos peor...
Los médicos no estamos ajenos de la sociedad en la que vivimos. Esta sociedad de consumo que exige cosas a la medicina que la medicina no puede ni nunca podrá dar. Pululan los reclames de las mutualistas con los médicos sonrientes, facheros de sonrisa perfecta y apurados que salvan vidas a troche y moche a cualquier hora y nunca aparecen los ojerosos, con media almohada marcada en la cara y con mal aliento que despertó de mal humor a atender un parto a las 4 am.... Siempre las móviles publicitan que llegan "ya" a "cualquier hora" y a "cualquier lugar", "estés donde estés"... y nunca aparecen las ambulancias baleadas que no entran en algunos barrios. Obvio que nadie se muere en los reclames...¡faltaba más! Lo que sobran son camas en cti relucientes, enfermeras modélicas (ninguna gorda y acné) que tiran a la cámara un guiño sensual.
El paciente es hoy usuario. Y nadie levanta la voz para ir contra este término. A mi usuario me suena -contrario a los que defienden el término- como alguien que usa un servicio (como puede ser el de un spa)... Como me dijo un jefe de una móvil cuando entré a mi primer trabajo dentro de la salud rentado: -Mirá, acá el paciente es un cliente, siempre tiene la razón y no está bueno que te metan denuncias, así que cuidate- remató estrechándome la mano como si entrara a laburar a una súper-empresa. Mi respuesta fue la renuncia a los pocos meses con un saludo a mi venerable jefe.
¿No era que al hospital iban los enfermos con
dolencias a que los curáramos? No no Sebita, hoy vamos a la mutualista
para pedir tal o cual exámen, a pedir recetas de tal o cual medicamento
que te cura todo... La autoreceta que le dicen. Y los que suben la
apuesta van a sacarse cosas o ponerse. Una lola, la vesícula, se
emrpolijan la ñata, las caderas....en fin...Para colmo, ese usuario es
estafado por la realidad innegable la más de las veces cuando se
encuentran que no hay hospitales limpios ni sanatorios 100% puntuales,
que muchos de nosotros podemos estar de mal genio y la mayoría no somos
lindos sino bastante arrugados y cansados.... Y que muchas veces las
cosas tardan porque no hay otra forma que sucedan.
El otro problema es el "yaísmo" la necesidad
imperiosa que vende la sociedad de que todo tiene que ser ya y ahora. No
puede haber esperas, todo lo quiero ahora y ahora mismo... Somos los
malcriados eternos de una sociedad que avasalle al ser humano y lo pone
histérico y demandante. Como esa madre que consulta con su hijo que
recién empezó a hacer fiebre y le pregunta al de la móvil: -¿Qué tiene
el nene que hace fiebre? Y si el médico responde que nadie puede saber
sino que hay que esperar y observar la evolución pasa a ser un burro y
la señora no dudará en pedir otra consulta... ¡Y no me pidió ningún
examen, y no le mandó nada! En medicina, lamento, hay que saber esperar,
las enfermedades muestran sus caras la más de las veces de a poquito...
Volviendo al hilo inicial de pensamiento, hoy me topé con un gran artículo que enumera muchas cosas que el médico
pediatra podría hacer -o no hacer- para hacer una buena práctica
clínica. Enumera una lista de estudios y tratamientos innecesarios tan
cotidianos para el pediatra... los antibióticos profilacticos
innecesarios y dañinos en enfermedades comunes, los reactantes de fase
aguda e imagenologia inútil, los fármacos para los reflujos (gástrico y
urinario), etcéteras.... Se los recomiendo.
Con él, hago un llamado para que repensemos como
sociedad médica cómo nos paramos frente a la sociedad que nos impone
tiempos que sabemos que no son tiempos reales ni aplicables en nuestra
profesión. Digo no a las diagnósticos "a los ponchazos", digo hagamos
menos estudios innecesarios aunque la industria tecnológica los imponga,
digo hagamos más semiología y menos sobrediagnóstico. Digo avancemos a
lo no invasivo en nuestras unidades de cuidados críticos. Hay que ser
agresivos cuando hay que serlo, no siempre. Digo repensemos técnicas de
screening innecesarias y que no han demostrado resultados y que terminan
siendo dañinas (léase ecografías prenatales rutinarias, digo ecografías
de caderas, digo mamografías, digo PSA para las próstatas, etc)...
¿Acaso no vamos a ponernos a discutir de estas cosas? ¿Vamos a acatar
pasivos las demandas del mercado y prostituir la más humana de las
profesiones?
Les dejo un abrazo de reencuentro un tanto catártico
luego de un lapso silencioso. Cuando no hay cosas para decir, mejor
callar y escuchar (y eso que lo dice alguien bastante charlatán).
Sebastián.
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